domingo, 19 de abril de 2015

A LOS BERNALES DE TODOS LOS TIEMPOS


Luego de leer y escribir de manera individual por mucho tiempo, ingresé al Taller Literario Bernal Díaz del Castillo una noche de miércoles de hace ocho años, justamente en un caluroso mes de abril. Desde entonces, he compartido mi tiempo con las actividades propias de quienes aman la literatura, enriqueciéndome con el pensamiento y las pasiones del hombre a través del quehacer que une a los Bernales. 
  
La aventura de escribir ha sido un reto de crecimiento y un camino de aprendizaje. En 2009 participé con la Unión Estatal de Escritores Veracruzanos con  trabajos de poesía, siendo el material incipiente de una osada aprendiz. Para Julio de 2011, formé parte del evento Letras por Coatzacoalcos organizado por el Ateneo Puerto México, A.C., La Unión Estatal de Escritores Veracruzanos y el H. Ayuntamiento de la localidad, dentro de los festejos de los 100 años de Coatzacoalcos y la celebración del Encuentro Internacional del Mar. Elaboré una prosa poética dedicada a mi hermana mayor, evocando los años de infancia y adolescencia vividos en nuestro querido puerto. La compilación de los escritos después tomó forma de libro.

La edición cultural Ex libris del Diario del Istmo recibió los trabajos del Taller por año y medio de forma constante. Tuve entonces el placer de colaborar en el proyecto junto a Claudia Morales, Ignacio Ordoñez y José González Gálvez. Un foro abierto que mostró el relato de nuestro alfabeto particular, que a la vez permitió conocer las generosas respuestas de nuestros asiduos lectores.

He tenido el gusto de contribuir en las publicaciones de Toque de Queda, producción literaria colectiva que resulta de los trabajos realizados dentro del aula, que inician con un “pie forzado” derivado del estudio de obras, autores, géneros o corrientes que marcan el camino del pensamiento escrito. Como quehacer honorable de nuestro colectivo, en 2011 incursioné en el trabajo editorial junto a María Esther Balcázar y Rosy Márquez, artífices de la cultura, caudal de conocimientos que hizo fértil la tierra donde sembramos prosa y poesía, dando como resultado la versión número siete.

Afortunada por realizar trabajos muy interesantes que nos remiten siempre a la historia del acontecer humano, en 2014 La Unión Femenina Iberoamericana tuvo la gentileza de invitarme a su proyecto Mujeres Irrepetibles para tomar el papel de la extraordinaria Nahui Olin, quien inundó mi vida con el afluente de la suya.

Una distinción por demás halagadora, fue la invitación de mi maestro José Gálvez para ofrecer una crítica de su más reciente obra Nostalgia de Sirenas, presentada en noviembre de 2014, en el auditorio de Casa de Cultura. Maestro de lujo que, con profunda pasión, ha guiado a los Bernales desde hace veintiocho años.

Hace unas semanas decidí participar en el certámen nacional de los Juegos Florales edición XXIX con sede en Coatzacoalcos, por el impulso que mueve mi pluma y para goce de una fuente creadora que me habita. Fui feliz desde entonces, disfruté cada texto que surgió sin control de tiempo, pues uno no es nada cuando el deseo de escribir se impone. Esta era una oportunidad de evaluación propia, una manera de medir mis pasos y un posible avance en mis intentos. El premio María Fernanda al primer lugar es un honor que ha rebasado a mi persona,  ha sido lisonja permanente que me provoca un impulso indescriptible.

Este es un trayecto que comparto con singular emoción con el único fin de recapitular un tiempo maravilloso; acompañada de seres valiosos, amigos con quienes he crecido observando el mar del Golfo y gozando de los vientos fuertes del norte, junto a la bocana del río Coatzacoalcos. Escritores talentosos, compañeros que han sido mis maestros; cada cual un cincel para pulir el jade eterno de la poesía.

Este premio lo dedico con amor al Taller Literario Bernal Díaz del Castillo y a los Bernales de todos los tiempos.

Carolina Guzmán Sol




HAY UN LATIDO FALSO EN EL RELOJ DE SUEÑOS



Mis noches de insomnio abren paso a tu recuerdo etéreo
azotando puertas junto al viento estéril del silencio
que he de vivir a oscuras
y el ingrato horario se mantiene cerca.
Es un voyerista sin ánima.

Me siento en el mecedor frente a la ventana
para menear un poco mi queja
son las dos de la mañana y no puedo dormir
otra vez te estoy necesitando
siento tus manos en los valles húmedos que observo
el viento imprime una deliciosa caricia en mi piel
me conformo con la idea de ti
para desbordarme en deseos.

Se escucha un lamento,
es un lamento de mujer…

Susurro mis versos para provocarte
comenzar nuestra noche íntima
morir y renacer en ti
en tu idea de planos tridimensionales de los cuerpos.
Fundirnos sobre textos mórbidos
aspirar el olor de los géneros
incitar caracoles que me habitan
y despiertan de amor poseídos
bajando por mis piernas
para ungirme con tu saliva.

Guío tu trayecto con el vaivén ansioso del placer
para lactarte del pezón erecto
que desespera por tus fauces
por el éxtasis que descompone la forma de este cuerpo
donde esparces miel fecunda en pinceladas diestras.
Agitada, vibrando,
busco tu mirada insondable
para acompañar el ritual solemne de mis dedos
en la elocuencia avasalladora de mis manos
para develar la brecha sagrada
que habitarás impulsado por el aire
mientras canto las tres sílabas de tu nombre.

Pero en mi cumbre hay un abismo sin eco.
Te clamo y no me escuchas.
No piensas en mí
¡Tu corazón no requiere el mío!
Y en esa idea zigzagueante que no tocará tu vida
busco tu última caricia para lamer el sol que me incendia.
Hay un latido falso en el reloj de sueños
el desajuste rítmico altera el tiempo
que pusiste a tu promesa eterna
a tus labios dulces y salados.
Entonces pierde sintaxis tu poema diurno
y tu voz dispersa se escurre lenta por mis pechos.  

A la isla vuelven las rocas
bailan una danza fúnebre
una protesta de amor
un reproche que no se dijo
pero suena en el violín
de todas mis canciones tristes.






MEDUSA ONDULANTE




                     Si Dios me concediera un instante más de vida,
                             daría valor a las cosas, no por lo que valen
                             sino por lo que significan.
                             Gabriel García Márquez
                                                       
                             Para Liliana Snyder: In Memorian
                                                                                         

Tu vida es como el vaivén de los sirocos que danzan cerca del fuego; te acercas sin sentir   
las brasas que anuncian el final, casi un deseo.

Aquella historia fantasmagórica que te precede, asfixia, oprime el corazón, solo el sueño infinito acallará tu sufrimiento.

Hay ausencia de sentidos, quisieras que el mar recogiera, no solo tus cenizas, también tus sueños y vigilias, misteriosos desatinos. Y en el fondo del lecho marino, la humedad de tus ojos tristes, aquellos confinados a cuencas en penumbra que jamás vieron luz, se confundirán con el agua salobre del mar adormecido.

Tu rubia cabellera como medusa ondulante, danzará una sinfonía impronta de la mano de peces alados e hipocampos.

Ya no hay borrasca, solo recuerdos; del azul obscuro de tus labios yertos, no saldrá palabra alguna… quizá una sonrisa; la misma que en tu afán de oposición vital le negaste al mundo.

María Esther Balcázar Márquez

Coatzacoalcos, Ver. 16 de enero de 2015

DESCALABRO



José, mi jefe y maestro.
Después del feo banquetazo
sobrevino gran consuelo
pues a gracias a tus curaciones
no está mi familia en duelo.

Con amor Pilar

Noviembre 26 de 2014