Una
llamada te da el golpe:
te revela
un corte
cae un telón:
ausencia.
Y tú
tomaste el café de la mañana,
reías, trabajabas
cuando Átropos corta
un hilo
sin
avisar.
Otra llamada:
Consumatum est.
Cobardía de no saber
cómo pasó.
Pero
te enteras,
duele el dolor
noción del sin tiempo.
Asistes y te enfrentas:
un ataúd.
No hay
más,
no
habrá más.
Te ahogas y
sacudes
Con un extraño
sentimiento
de orfandad.
Dora Berenice Paredes Acosta
Tan contundente como un aguafuerte de Goya. La mayor de las Moiras y su inevitable tijera.
ResponderEliminarLa muerte florece.
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