BRINDIS CELESTIAL
Hoy levanto mi copa, mi copa
de oro,
cual carta española. se funden estrellas de escarlata y
lapislázuli ,
bendito corazón en llamas convertido en agua bendita,
caída del cielo de un ángel de ámbar.
Hoy levanto mi copa, mi copa de oro
y bebo este pergamino que es mitad año muerto y vivo
y tomo sus doce candados de campanadas
que me dejaron glorias, espinas y espejismos,
para llamar al nuevo año la fiesta de este destino.
Hoy el mago del cosmos trae nuevas semillas,
y canto, canto por lo que el
viejo año trajo a mí vida,
tú existencia, tú milagro, tú energía crística.
Canto, canto por lo germinado
y por lo que se volverá
algún día ceniza,
pero canto, canto por este nuevo año,
para que traiga corceles blancos
y ramos de rosas con melodía.
Y canto,
canto por que la fuente
divina derrame
sus palacios celestiales,
con sus astros y sus aguas
diamantinas
y sus guías nos vistan de oropeles.
Y los ángeles se posen en nuestros ojos sin más llanto.
Mientras el reloj gira y gira cantando nuevas alegrías.
Y canto, canto…
para que la fuente divina siga derramando sus palacios
con sus astros y sus aguas de cuarzo,
y sus ángeles se posen en
nuestros ojos
sin más llanto, solo con el amor glorioso.
Mientras una gota de salvia y de rosa,
resbala de mi mejilla, persignando mi copa.
Y canto… y sigo cantando esperando nuevas alegrías,
y el reloj sigue y sigue girando.
Urania Margarita Guerrero Jiménez
Muchas gracias por compartir tu poesía querida Urania.
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