martes, 22 de enero de 2019


BRINDIS CELESTIAL

Hoy levanto mi copa, mi copa  de oro,
cual carta española. se funden estrellas de escarlata y lapislázuli ,
bendito corazón en llamas convertido en agua bendita,
caída del cielo de un ángel de ámbar.

Hoy levanto mi copa, mi copa de oro
y bebo este pergamino que es mitad año  muerto y vivo
y tomo sus doce candados de campanadas
que me dejaron glorias, espinas y espejismos,
para llamar al nuevo año la fiesta de este destino.

Hoy el mago del cosmos trae nuevas semillas,
y canto, canto por lo que el  viejo año trajo a mí vida,
tú existencia, tú milagro, tú energía crística.

Canto, canto por lo germinado
 y por lo que se volverá algún día ceniza,
pero canto, canto por este nuevo año,
para que traiga corceles blancos
y ramos de rosas con melodía.

Y canto,
 canto por que la fuente divina derrame
sus palacios celestiales,
 con sus astros y sus aguas diamantinas
y sus guías nos vistan de oropeles.
Y los ángeles se posen en nuestros ojos sin más llanto.
Mientras el reloj gira y gira cantando nuevas alegrías.

Y canto, canto…
para que la fuente divina siga derramando sus palacios
con sus astros y sus aguas de cuarzo,
 y sus ángeles se posen en nuestros ojos
sin más llanto, solo con el amor glorioso.
Mientras una gota de salvia y de rosa,
resbala de mi mejilla, persignando mi copa.

Y canto… y sigo cantando esperando nuevas alegrías,
y el reloj sigue y sigue girando.

Urania Margarita Guerrero Jiménez

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