martes, 18 de agosto de 2020

PRIMERA VEZ

 


—Despacio— dijo Karina y apagó la luz. Intenté ver su tierna desnudez. Fracasé. —Despacio— musitó Karina mientras acercaba sus labios a mi oído. —Despacio Francisco, despacio—. Entonces hundí de golpe la filosa hoja hasta el fondo de su dulce corazón.

 

Francisco Uscanga Castañeda.

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