BIENVENIDA
CANINA
Desde la azotea fría, aullando por las noches “El Capitán”
mantenía tranquilos a todos los vecinos de la cuadra, principalmente a don Pepe,
que era su dueño.
Cuando el animal escuchaba el cerrojo y los lentos pasos del
anciano, inmediatamente bajaba para acompañarlo en su caminata matutina. Entre
el sol y la luna los inseparables amigos trotaban en silencio, el viejo se
erguía y “El Capitán” con sumisa obediencia olfateaba sus huellas.
En ausencia del anciano, alguien dejó la puerta abierta y “El
Capitán” sabe Dios si se perdió, lo robaron, lo atropellaron o fue a dar a la
perrera municipal; pero no regresó… ¡Bueno, eso lo sabía don Pepe! porque los
vecinos se alegraron cuando lo volvieron a ver y el viejo se encargó de
festejar al supuesto perro pródigo. Un
barril de cerveza y el taquero de la esquina fueron los elementos estratégicos
para la bienvenida canina. Al principio
los eufóricos vecinos se preguntaban qué habría pasado, porque vieron muy cambiado
al animal, ya no reaccionaba cuando lo llamaban por su nombre, eligió otro
lugar para descansar, ladraba diferente y cojeaba de una pata; pero poco a
poco, a medida que escaseaba la cerveza todos coincidieron en que era igualito
y que indudablemente “El Capitán” había regresado.
Cuando se fue el último de los amigos, don Pepe prefirió
aparentar que estaba perdiendo la memoria, antes que aceptar públicamente la
ligera sospecha de que su mascota no era la misma y para evitar que la duda se
propagara, no permitió que el chucho siguiera durmiendo en la azotea. En contra
de la voluntad de su esposa, aventó trapos en un rincón e instaló a su perro en
la recámara nupcial; ignorando por supuesto, los reproches de la ofendida mujer
que reclamaba su privacidad. El hombre se dispuso a dormir consciente que
terminaría sus días soportando esa verborrea interminable, pero orgulloso de
proteger con decoro la identidad del “Capitán II”.
Lourdes
Marín Ramírez
Septiembre
15 de 2016
Mi querida amiga de lujo, un trabajo imprescindible. Te felicito.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar