martes, 19 de abril de 2016

FUGA




El velamen de una noche en plenilunio

me abraza, me ciñe, me transporta,

el mar está en calma, no escucho el ir y venir

de las olas que besan la orilla.

Son los sonidos del silencio

y a través de ellos te evoco.

Así enmudeciste,

tu faz se perdió en las sombras,

y este corazón fiel que supo amarte

murió ciego.

María Esther Balcázar Márquez

Noviembre de 2015 

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