Hijo mío.
Te envío ésta carta con
el último aliento que me queda de vida para pedirte que busques entre mis cosas
una pequeña caja de madera de sándalo, en su tapa tiene grabada una catrina de
Guadalupe Posada que hace muchos años compré en un bazar del Barrio de los
Sapos en la ciudad de Puebla.
En ella he guardado a
lo largo de mi existencia como el más grande tesoro las notitas que me
escribiste durante tu niñez y
adolescencia porque en ellas se refleja la pureza del tierno amor que siempre
me brindaste, para que un día, cuando veas que se te cierra el mundo por algún
problema las leas y las compartas con tus hijos como lo hice yo contigo.
Te quiere mucho…
Tu madre.
Ana María Huerta
Ramírez
Ana María cumples con tus remembranzas.
ResponderEliminarlos más fieles recuerdos
ResponderEliminarFelicidades