Te puedo mirar sin que me veas,
tan pleno.
Me buscas y no me notas
pero estoy ahí, siempre contemplándote.
Veo cómo flotas en el espacio de tu existencia
inerte,
ansioso,
con ganas de morder el anzuelo,
necesito tu mirada.
Las condiciones son adversas para ambos,
los lados de la moneda son iguales para mí;
juego a ganar.
Y esta total libertad de tu ser
año tras año se deteriora.
Como mujer sé siempre llevar la contraria
hacia tu masculinidad disminuida
desnuda e inconclusa.
Y yo, loca,
irreverente,
libre para ser.
Cecilia San Juan González
Francisco Uscanga Castañeda
Texto a cuatro manos. como "cadáveres exquisitos" cumple con su cometido
ResponderEliminarGracias Bernales
ResponderEliminarun placer trabajar contigo cecy
ResponderEliminarMuy bonito... Refleja sentimientos... Y la ironia de la ausencia de quien tenemos tan cerca...
ResponderEliminarExcelente que más puedo decir más que me ciento afortunado de conoce a una mujer maravillosa e inteligente besos te quiero flaca Ceci
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