viernes, 26 de octubre de 2018

CALAVERA BERNALES 2018


Huyendo salieron los Bernales,
Olvidando rimas y prosa,
No vieron la sombra tenebrosa
Escondida por los nopales.
Uno a uno fueron muriendo
La causa fue lo de menos,
Pues virus y bacterias vemos,
Como sea, se están yendo.
Pepón cayó por sorpresa
Aferrando  sus poemas,
Panfilita lo siguió
Muy quitada de la pena.
La calaca no perdona
Se lleva a todos parejo,
Si están cerca, si están lejos
Todos juntos se amontonan.
Carolina por “gabacha”
También terminó en el panteón
No le valieron la visa,
Que le dio el “güero” Trump.
Los Bernales literatos
Musas buscan en velorios,
Muertas, vivas, días o ratos,
Y que les guste el jolgorio.
¡Ay!  Estos muchachos no entienden
Que el tiempo siempre se acaba,
Son sus musas las catrinas
Sus escritos son mortaja.


Jorge Malpica Jiménez
1° noviembre 2018

Imagen: Aída Emart


jueves, 4 de octubre de 2018

EFÍMERA


Recordando a Lilí

Tu vida inscrita en las dunas
con profundos surcos en la arena
son acción involuntaria
del que mueve la rosa de los vientos.

Las zarzas y las enredaderas
tienen mucho qué decir
el viento del sur... mucho que guardar
en su espeso polvo de verano.

Así corrió la vida
así pasó tu tiempo
acompañada de mudos y tímidos espectadores.

Las lunas viajaron presurosas
danzando entre nubes de titanio
para despedir tempranamente
tu viaje sideral hacia otro puerto.
            
María Esther Balcázar Márquez, verano de 2018


EL SEÑOR ODIOSO


Últimamente odio a este tipo
me saca de mis casillas
Lo he golpeado justo en el rostro
y he obtenido una profusa cortada en los nudillos
Ya no es lo que era
Se hunde en una tristeza que da pena
Intento reavivarlo
le desconecto el teléfono
pongo algo de porno
solo obtengo negativas y pretextos estúpidos
cuando lo miro a los ojos el muy cobarde no me sostiene la mirada 
se avergüenza
últimamente el señor odioso esta más decaído
me desespera
he pensado que quizás una bala sea la solución a nuestro problema
y lo haga entrar en razón
no lo sé
quizás.


Francisco Uscanga Castañeda

martes, 12 de junio de 2018

AUSENCIA



Una llamada te da  el golpe:
        te revela
                    un corte
                    cae un telón:
                                ausencia.
Y tú tomaste el café de la mañana,
                                           reías, trabajabas
                                                 cuando Átropos corta
                                                                               un hilo
                                                                                     sin avisar.
Otra llamada:
  Consumatum est.
Cobardía de no saber
cómo pasó.
Pero te enteras,
              duele el dolor
                        noción del sin tiempo.
Asistes y te enfrentas:
un ataúd.

No hay más,
      no  habrá más.
                              Te ahogas y sacudes
 Con un extraño sentimiento
de orfandad.


Dora Berenice Paredes Acosta

martes, 22 de mayo de 2018

TERCER INSOMNIO




Cuando la voluntad pende de fibras
delirantes a solas, se desprenden estrellas
de óvalos pálidos y alargados que susurran al
oído sonetos arrabales sin métrica, ni ritmo;
comparten su paso por el laberinto infinito
del inconsciente.

De vez en vez pierden la forma bajo líquidas
algarabías o callados sufrimientos; dan vida
a la complicidad, a la fantasía; pasados comunes
apilados en cajas de plata; a veces tan lejanas,
pero nunca cerca del olvido.


Cristina Vázquez García
Marzo de 2007


LA LEGIÓN




Mi foco visual se ajusta a la caterva del viejerío de noventa pa´rriba, todas igualitas, qué importa flacas o gordas, prietas o blancas, canosas o pintarrajeadas, pieles resecas, de cebolla o de ajo, tiesas de rodillas o caderas, o peor, de antebrazos u hombros, las patas chuecas, caminar inseguro, me recuerdan el show de Michael Jackson, pero sin arte, sin gracia, sin resignación, sin consuelo; ay qué ojeras, parecen de Frankenstein, y los dientes… no, no los veo, creo pasaron a la historia, ¿y esa tos? ¿es preámbulo de qué?, ¿y ese respirar agitado?, pero si una que yo conozco requetebién creyó hace unas noches que la Catrina con su velo negro, transparentaba guiños y ay, ora sí que el MIEDO llegó sin invitación, dizque porque se le dio la gana. Bueno, a ver cómo se defiende cada una y se aconchaba un pariente que la cuide, aunque sea con desgano, en los momentos agitados, y que el túnel descendente resbaladizo se ahogue en una espiral de… aquí ya no se alcanza a ver nada…


María del Pilar López González
21 de febrero de 2018

Imagen: Isidre Nonell Monturiol

POEMAS GOZOSOS



I
Tu piel de luz
escurre entre mis dedos,
cauda que hiere el infinito.
Tu lado oscuro
enciende mis deseos.
Cada vez
que me estrechan
tus brazos de luna,
mis labios siembran
constelaciones en tu pecho.


Óscar Dávila Jara
2006

LA CAJA





06 de octubre del 2006. 02:00 a.m.

Salir a la calle y tomar un taxi con hija en brazos, era un ritual obsesivo que Armida repetía sin dudar.  Hacía un mes que sus sospechas sobre la  infidelidad de Donato se habían confirmado: su pareja no ocultaba la febril emoción de un nuevo romance. En el taxi contemplaba a su pequeña de un año: tan rubia como el padre. Y volvía a repasar la última discusión con el italiano: − ¡La maternidad te ha vuelto ordinaria, común!- había reprochado él.
−Ahora resulta que por no coger cinco veces al día, soy ordinaria. ¡Tenemos a Julia!, ¿sabes? – se defendió exasperada.
− ¡No uses a mi pequeña de pretexto! Eres una mujer hostil desde hace tiempo.
Armida recordaba que poco antes de quedar embarazada, le había reprochado a Donato la ausencia de ternura en sus abrazos. Cualquier contacto físico en el transcurso del día, derivaba en un torrente inagotable de pasión donde él la arremetía con desenfrenado ímpetu sexual, la envolvía y la transformaba en toda una calípige, pese a la figura delgada y carente de formas pronunciadas.

08 de julio del 2002. 11:30 p.m.

Las vacaciones en Huatulco habían resultado irrelevantes hasta esa noche veraniega del año dos mil dos. Apenas entrar al bar Armida fijó su atención en el extranjero que cantaba éxitos ochenteros en inglés a través del micrófono: alto, rubio de brazos tan poderosos como su voz. Ella tuvo a su favor, amén del maquillaje impecable,  el color aceituna de la piel, unos ojos grandes, una nariz altiva y unos labios abultados, perfectamente delineados.

09 de julio del 2002. 10:00 a.m.

Cuando amaneció, Armida se preguntaba cómo había resistido esa  lujuria casi animal. Se disponía a levantarse plena y henchida de placer, cuando una voz femenina la sorprendió: ─Te presto este blusón, tu ropa huele a sexo-dijo la mujer al tiempo que le arrojaba la prenda color malva. Desencanto y Amargura enmarcaban ese rostro de facciones juveniles y suaves.  Armida entendió que de súbito, se había transformado en una intrusa, en una ruptura.  Donato apareció vigoroso y  radiante en la puerta, le estiró un brazo para ayudarla a incorporarse y le dijo:
─Vámonos. Fue entonces que ella reparó en la pequeña caja de cartón que reposaba junto a él. ─¿Tu equipaje? Le preguntó curiosa.
─ La vida me cabe en una caja de cartón, bellísima. Eso la impresionó: ¡Claro que iría con un hombre al que la vida le cabía en una caja de cartón! ¡Al fin del mundo, si fuera preciso!

06 de octubre del 2006. 03:00 hrs.

Después del tercer bar visitado, soltó el llanto impúdicamente. Donato no estaría en ningún bar de esa pequeña ciudad turística. Las sacudidas lacrimógenas despertaron a su pequeña quien sorpresivamente no se asustó ni le preguntó nada, sólo le secó con sus manitas las lágrimas mientras la miraba con el mismo color de ojos que su padre. De regreso a su departamento, ya no se sentó a escribir  en su agenda su recorrido por bares.  Ya no  anotaría la hora de llegada de su amado. Empacó.

Final.

Donato le dijo a Julia que siempre sería la hijita de su corazón, su tesoro más preciado y le besó las manitas. Cuando la madre vio al  padre alejarse,  le sorprendió que la vida le siguiera cabiendo en una caja de cartón.


Dora Berenice Paredes Acosta.
2018

GÉNESIS



Sobre la noche
el brillo de la luna
   espera inerte.

   La vida surge
entre dolor y llanto,
  la madre duerme.

   Despunta el alba,
el destino se viste,
     el niño calla.


Lourdes Marín Ramírez
28 de mayo de 2008

FRAGMENTOS DE DOLOR




Amarré el nudo del dolor,
al levantar la lámpara de tu vida.
Ya no eres el renglón de las frases desbocadas;
eres el recuerdo sólido
de una herida.
Dios pasa la aguja de la resignación
cada vez que respiro.
Mientras el bisturí del infortunio,
abre nuevamente mi piel adolorida
hasta destazarla inútilmente.


Asunción Rosas Limón

AMARTE



Amarte en seis líneas
cuando mi reloj ha extraviado las manecillas
todo es simple, nosotros lo hacemos complejo
te desnudo en un beso imaginario
te hago el amor desdibujando tu cuerpo
el momento es eterno, no te baste sumar horas.


Ana María Rueda
1997

AGUAMIEL TE LLAMAS




I
Llanto de tortugas
acompaña los gemidos de la tarde.
Nubes preñadas aguardan,
te desperezas lentamente
somnolienta aún
¡explotas!

II
Las gotas caen
se resbalan,
juntas forman ríos
inundando mis praderas
anegando todo
después,
tu llanto cesa.

III
Hojas caídas
vestidas de ayer,
viento que acaricia tus deseos.
Caudal que aumenta
impetuoso se desborda,
nos desborda.


Jorge Malpica Jiménez
1993

martes, 13 de marzo de 2018

MURMULLO




                           en el pentagrama
                        también escribe el mar
                           acordes de olas
                        y escalas de espuma

              notas con bemoles de troncos
                     y sostenidos de lirios
                  danzas de cardúmenes
                       y saltos de tonina

                       un silencio rítmico
                       antes de la aurora
                           este ir y venir
                 este susurro de agua y cielo
                           que no se oye
                           solo se aspira


María del Pilar López González
Febrero 8 de 2018
                 


miércoles, 24 de enero de 2018


CENA DE NAVIDAD 2017















RENACER CONTIGO

Hoy te pido Señor que en esta navidad vuelvas a nacer en mí, para que el frío pesebre que llevo dentro se convierta en la calidez que debo compartir con mis hermanos. Abro las puertas de mi limitada bondad para que seas libre de actuar en mi corazón. Abrazo tu espíritu con la fe y la esperanza de transformarme en el ser humano que Tú deseas. 

Hoy, despojado de anhelos y afanes humanos me abandono a tu voluntad, para qué, con humildad pueda renacer contigo, ser instrumento de Tu paz y contribuir a fortalecer entre los hombres la llama de Tu AMOR.



Lourdes Marín Ramírez
Diciembre 22 de 2017