lunes, 23 de marzo de 2020

ASI EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO





Mi tía Rigoberta Ballesteros de Peñalver sufría de Alzheimer desde hacía varios años.
     Una tarde, cuando las hojas se doraban con el sol del verano y los jilgueros trinaban sin cesar, se olvidó de que estaba enferma y fue feliz por siempre.

José González Gálvez


4 comentarios:

  1. Genial como todo lo que escribes. Recuerdo la primera vez que lo escribiste parece que fue un pie forzado. Desde entonces me pareció estupendo. Felicidades Pepe.

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  2. Un texto, un micro cuento que es un divertimento renacentista

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  3. José González Gálvez16 de mayo de 2020, 16:41

    Gracias Martín. Efectivamente Martín, este texto nació a partir de un "pie forzado" y ya ganó un tercer lugar en el certamen de cuento convocado por la Academia Literaria de la Ciudad de México.

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